Actividades alumnos

EL QUE LEE MUCHO Y ANDA MUCHO, VE MUCHO Y SABE MUCHO



martes, 29 de diciembre de 2015

La descripción

El texto descriptivo
El texto descriptivo consiste en la representación verbal real de un objeto, persona, paisaje, animal, emoción, y prácticamente todo lo que pueda ser puesto en palabras.

Este tipo de texto pretende que el lector obtenga una imagen exacta de la realidad que estamos transmitiendo en palabras, una especie de “pintura verbal”.

Es muy importante diferenciar dos tipos de descripción: la técnica y la literaria. Entre ambas hay muchas diferencias:

- En la descripción técnica es fundamental que la objetividad siempre sea respetada para que la información no sea distorsionada por algún punto de vista u opinión. El lenguaje que se utilizará es frío, con palabras técnicas que sólo apuntan a explicar una característica de lo que se intenta representar.

- En la descripción literaria se da lo opuesto, primando la subjetividad del autor y el uso de palabras con la búsqueda agregada de generar una estética agradable. Importante también, es aclarar que la realidad que nos describe el escritor puede haber salido de su imaginación, y ser perfectamente un texto descriptivo, dado que, al fin y al cabo, se trata de una realidad: la suya.

Si la historia en la narración se desarrolla como un proceso temporal, en la descripción se detiene el transcurso del tiempo para observar con detenimiento las peculiaridades de una persona, objeto, paisaje, etc., como si se tratara de un cuadro.

La descripción se basa en lo que percibimos por los sentidos, en lo que imaginamos y en lo que sentimos.

El autor, al describir, puede adoptar un tono objetivo o científico, con la intención de transmitir unos conocimientos; o puede darle un tono subjetivo y personal, para volcar en ella sus sentimientos, impresiones o emociones ante esa realidad. La intención del autor y la finalidad que el autor desea alcanzar con el texto señalan las diferencias entre los dos tipos de descripción:

La descripción
Descripción técnica

  •            Es una descripción que tiende a ser objetiva.
  •            Utiliza un lenguaje denotativo, que es aquel en el que abundan los tecnicismos y los adjetivos especificativos.
  •            Sigue una ordenación lógica.





Descripción literaria

  •           Es una descripción que tiende a ser subjetiva.
  •          Utiliza un lenguaje connotativo, que es aquel que tiene un significado más allá de las palabras.
  •       Usa adjetivos explicativos y abundantes figuras retóricas.






























v  La descripción  técnica  tiene unas finalidades concretas, no solamente se trata de dar a conocer algo, sino también de definir, explicar o incitar…

  •   Definiciones: aparecen en los diccionarios, textos científicos, enciclopedias etc.
  •   Explicar: son propios de los textos científicos, manuales de instrucciones, noticias y reportajes.
  •    Incitar: es la intención de los anuncios en general, tanto de publicidad comercial, como de ventas inmobiliarias, ofertas de empleo, etc.

Las descripciones técnicas se utilizan en diferentes tipos de textos:
  •          Textos científicos
  •          Textos técnicos
  •          Textos sociales 

 v  La descripción  literaria  se  caracteriza  por la expresividad y la subjetividad. No  necesita ser veraz sino  ser verosímil. Dicho de otro modo, creíble dentro del contexto lingüístico en  el que se incluye. El autor es subjetivo y  manifiesta su punto de vista abiertamente  , ya que no persigue el rigor científico, como sí puede ocurrir en la descripción técnica, sino destacar aquellos aspectos que considera más relevantes para sus fines. La lógica que rige el orden en este tipo de textos obedece a criterios artísticos propios de cada autor. La descripción literaria no suele cultivarse como forma independiente, sino integrada en otras, como por ejemplo la narración.

Entre sus características fundamentales podemos destacar el uso de un lenguaje marcadamente connotativo, así como la abundante presencia de adjetivos explicativos y de figuras literarias (hipérboles, metáforas, comparaciones,etc.)  
Si atendemos a los tipos de descripciones literarias según el objeto descrito destacan: 



TIPOS
DEFINICIÓN
EJEMPLOS
TOPOGRAFÍA
Se describe un lugar
El paraje era severo, de adusta severidad. En el término del horizonte, bajo el cielo inflamado por nubes rojas, fundidas por los últimos rayos del sol, se extendía la cañada de montañas de la sierra.
PROSOPOGRAFÍA
Se describe el aspecto exterior de una persona
Su nombre es Dulcinea; […] su hermosura sobrehumana, pues en ella se vienen a hacer verdaderos todos los imposibles y quiméricos atributos de la belleza.
ETOPEYA
Se describen las cualidades morales de una persona
Don Gumersindo…Era afable, servicial, compasivo…y se desvivía por complacer y ser útil a todo el mundo.
RETRATO
Se definen los rasgos físicos y los rasgos morales de una persona
Carlos Argentino es rosado, canoso, de rasgos finos. Es autoritario, pero también ineficaz […]


lunes, 20 de abril de 2015

Las tres bodas de Manolita                                          Autora: Almudena Grandes

  Después de Inés y la alegría y El lector de Julio Verne llega Las tres bodas de Manolita para desmentir el dicho de que si segundas partes nunca fueron buenas,no digamos nada de terceras...Y ocurre con esta serie de los Episodios de una guerra interminable que si una novela es buena la siguiente la supera o al menos la iguala.
  A pesar de contar con un tema que podríamos considerar agotado o muy manido,al que se ha dado en denominar guerracivilismo, el buen hacer de Almudena Grandes consigue sacar adelante una obra donde las historias, tomadas de la realidad,adquieren  una categoría literaria que recuerdan al que sin duda tuvo que haber sido su mentor en la distancia:Don Benito Pérez Galdós.
  La manera de observar la realidad para luego representarla en los espacios y ambientes de la novela, el retrato psicológico de los personajes que hace que los sientas como seres individuales perfectamente conocidos por el lector, la pericia para ensamblar algunos personajes y escenas de novelas anteriores en la actual-la escena de Nino y el Portugués cuando se encuentran con Antonio y Sanchís  ya había aparecido en El lector de Julio Verne- la manera de construir la novela con continuos saltos temporales que requiere un lector atento al que,no obstante, siempre logra sorprender, el conocimiento de la historia reciente de España que sirve para que no se nos olvidé lo que pasó y lo que debemos a aquella generación que fueron nuestros abuelos o nuestros padres...todo esto y mucho más que cada lector irá encontrando en la novela, hacen de estos Episodios de una guerra interminable no solo unos dignos continuadores de los Episodios Nacionales de Galdós, sino una obra literaria de gran calidad ,cosa que no es fácil de encontrar entre la cantidad de publicaciones que salen a la luz cada año 
  Una vez expuesto todo lo anterior, que podemos considerar crítica general, me gustaría contar lo que como experiencia personal supuso esta novela para mí y me haría mucha ilusión que llegara a conocimiento de su autora.
  Yo soy asturiana y a los asturianos nos gusta mucho reunirnos los viernes después de la jornada semanal a tomar unos culinos de sidra en la barra alguna sidrería de nuestro barrio. Mucho antes de que saliera a la luz Las tres bodas de Manolita, una amiga, profesora de historia en un Instituto de Secundaria,me contaba la historia de su madre,una señora,enfermera de profesión, a la que yo conocía de toda la vida en una consulta de practicante (así se llamaba a los profesionales de enfermería en los 70) en un pueblo de la cuenca minera.
  La historia me sorprendió porque yo siempre consideré que esa familia vivía bien,enfermera la madre,el padre trabajaba en un banco,en fin...
  Mi amiga me contó cómo su madre al quedar huérfana de madre, su padre,labrador y pobre se volvió a casar, fue internada en un colegio de Barcelona con doce años o poco más,donde entró no como niña de la guerra pero sí como niña pobre y allí empezó su calvario porque la hacían trabajar como esclava de sol a sol.La tarea principal de esta niña consistía en fregar potas que eran tan grandes, que a veces se tenía que meter dentro de ellas para fregarlas y rascar los restos de comida pegada en su fondo,además también tenía que fregar suelos de rodillas frotando con cepillos y estropajos.Por supuesto había niñas ricas y otras más pequeñas a las que sí les enseñaban a leer y a escribir, las pequeñas eran aprovechables para el régimen,así lo percibió la madre de mi amiga y así lo trasmitió.
  Al parecer, esta nena, quizá por instinto de supervivencia, no hacía ascos a nada y por eso la mandaron a limpiar primero y luego a ayudar en una especie de quirófano o enfermería que dependía de aquel colegio,de esta manera,contaba mi amiga, su condena se convirtió en su salvación, porque a pesar de todo logró salir de allí con una profesión cuando decidió abandonar el colegio aquel que pretendía adueñarse de su existencia convirtiéndola en monja.
  Volvió a su pueblo de la cuenca minera, trabajó de enfermera durante años e incluso logró colocar a su marido, que no tenía profesión conocida, en la caja de ahorros.Esta mujer fue una superviviente de aquel sistema atroz, que logró salir adelante gracias a su coraje e inteligencia.
  Quizá la política no tenga mucho que ver en la historia personal de esta señora, el tiempo y las circunstancias son muy parecidas a las de Isabel Perales, tanto que recientemente cuando me encontré con mi amiga le comenté: Sandra , estoy leyendo un libro que tienes que leer, aparece la historia que me contaste sobre tu madre; y a ella le faltó tiempo para responder:¡Las tres bodas de Manolita, mira -dijo señalando a su brazo- se me ponen los pelos como escarpias!


Conchi Rivera Lobo

lunes, 10 de febrero de 2014



Supervivencia



  Es sorprendente la manera en la que el ser humano se adapta para sobrevivir en las diversas circunstancias a las que su contexto vital le enfrenta,lo que me lleva a sospechar que al contrario de lo que sucede con otras formas de vida más inocentes e inofensivas ( el tirano saurio, el mamut, el lobo marsupial o la foca monje del caribe) tenemos homo sapiens para rato.Este no desaparecerá sin llevarse por delante todo lo que de vida pueda haber en este planeta.
Paradójicamente parece ser que la razón de este despropósito es que el hombre tiene la capacidad del lenguaje, una herramienta que le sirve para comunicarse con los demás y para desarrollar el conocimiento lógico o lo que es lo mismo la inteligencia. Pero,¿se puede considerar sabio a quien propicia, aunque sea muy a la larga, su autodestrucción?
 Carlos Gallego Brizuela en un artículo sobre Delibes titulado El compromiso ciudadano de Miguel Delibes pone de manifiesto cómo durante la guerra civil española y la inmediata posguerra, los habitantes de Valladolid , llevados por ese instinto de supervivencia, son capaces de convertir en una romería  los fusilamientos perpetrados en un lugar de esa ciudad llamado San Isidro. Allí se reúnen desde primeras horas de la mañana los vallisoletanos en familia, entorno a chiringuitos donde degustan churros y anís, para disfrutar del espectáculo.
 Para sobrevivir, como ya le ocurriera a Lázaro de Tormes, hay que arrimarse a los buenos, es decir, a aquellos de los que se puede sacar provecho, y en el caso de las ejecuciones masivas de San Isidro los buenos eran los adalides del movimiento nacional en connivencia con la iglesia que dotaba a la causa de un hálito de inspiración divina.
Parece ser que lo que hace del ser humano una especie exitosa frente a las demás no es la sabiduría o el don de la inteligencia sino la hipocresía y la falta de piedad hacia sus congéneres y hacia el resto de especies. Pero nuestra ignorancia nos hará pagar un alto precio. ¡Ahhh, pero a mí que me importa! si yo no lo voy a ver, para entonces ya estaré dando malvas y...¡ el que venga detrás que arree!, como dicen en mi pueblo. 

                                                                                                                                  Conchi Rivera Lobo

lunes, 25 de noviembre de 2013


El sexismo en la escuela

   El artículo"Cómo destruir a una persona" de Rosa Montero publicado el ELPAIS Semanal me ha reafirmado en mi opinión sobre la cuestión de la segregación por sexos en la escuela.
Rosa Montero cuenta la historia de la francesa Camille Claudel, una persona y una artista excepcional a la que nunca se tuvo en cuenta mientras vivió y a la que apenas se  recuerda sino por haber sido amante y modelo del escultor Rodin, al cual probablemente aportó las ideas para realizar sus mejores obras.Camille Claudel fue víctima de los prejuicios sexistas de la época y pagó un duro precio por ello: la destrucción y el olvido. 
   Hace unos días mantenía yo un debate twittero con una persona que , a propósito de la pregunta: ¿qué tiene que ver la calidad educativa con financiar centros escolares que segregan a niños y a niñas?, aducía  como virtud democrática de los ingleses la educación por sexos ya que estos nos daban mil y una vueltas en democracia.El Reino Unido, país que en el siglo XIX encabezó la lucha por el sufragio femenino no creo que en este sentido le deba  mucho a la férrea educación sexista que imperaba en los colegios ingleses de la época.
  Los defensores de la separación sostienen que niños y niñas tienen diferentes modos de aprender y también que el agrupamiento les hace inhibirse en el caso de las niñas y mostrarse excesivamente extrovertidos en el caso de los niños y, como consecuencia de todo ello, los resultados académicos de ambos se ven afectados.
   En mi opinión el  sexismo en la escuela fomenta la desigualdad y la discriminación de personas que luego en la vida familiar y profesional van a tener que convivir.Además,la calidad de la educación de un país no debe medirse solo en resultados académicos o acumulación de conocimientos sino también en habilidades sociales que nos permitan convivir con los demás desde el respeto y la igualdad para que no ocurran nunca casos tan penosos como el de Camille Claudel y tantas otras olvidadas por la historia.
CONCHI  RIVERA.Gijón


viernes, 15 de noviembre de 2013


Cien años de soledad       Autor: Gabriel García Márquez



Cuando se fundó Macondo "el mundo era tan reciente, que muchas cosas carecían aún de nombre, y para mencionarlas había que señalarlas con el dedo."
 Entre periodos de calor sofocante y  de lluvias interminables, transcurre la existencia de la familia Buendía marcada por un destino implacable hacia la soledad y la desaparición.
 Macondo, la casa familiar y sus habitantes parece como si formaran un solo ente que sufre esa existencia sazonada, a veces, de momentos de alegría, esperanza y prosperidad, y de otros momentos marcados por el desamor, la inquina, el rencor, la amargura y la soledad.
 Pero la grandeza de esta obra reside en la manera en la que el autor enmarca este argumento común en muchas narraciones de todos los tiempos, y también en la peculiar caracterización de los personajes.
 García Márquez nos presenta un mundo marcado por las premoniciones y los presagios, donde los muertos conviven con los vivos. Por ejemplo, en un determinado momento de Aureliano Buendía se dice: " Tenía la misma languidez y la misma mirada clarividente que había de tener años más tarde frente al pelotón de fusilamiento"; a propósito de Mauricio Babilonia también se dice"Es un hombre muy raro-dijo Fernanda-.Se le ve en la cara que se va a morir", y Melquiades  " Había estado en la muerte, en efecto, pero había regresado porque no pudo soportar la soledad", y "Aureliano Segundo lo reconoció de inmediato, porque aquel recuerdo hereditario se había transmitido de generación en generación, y había llegado a él desde la memoria de su abuelo".
 En este mundo imaginario suceden cosas tan chocantes como que sus personajes se ven afectados durante años por la peste del insomnio, una peste que conduce al olvido y durante la cual sus habitantes olvidarán el nombre de las cosas y para qué sirven, hasta el punto de que para que no se les olvide anotarán en un cartel la verdad indiscutible "Dios existe"; o circunstancias tan curiosas como que los animales domésticos procrean sin control gracias al  influjo de la voluptuosa Petra Cotes y sus amores con Aureliano Segundo.
 En cuanto a los personajes, llama la atención la repetición de nombres a lo largo de los cien años: Jose Arcadios , Aurelianos, Arcadios, Aureliano Jose...Úrsulas, Amarantas, Remedios...todos ellos pertenecientes a la familia Buendía, que repiten además patrones de comportamiento y de carácter, con la expcepción de Úrsula que se confirma como el eje que da unidad a la historia. La centenaria Úrsula Buendía representa la lucidez, la realidad, el orden que tratará de mantener, sin éxito finalmente, sobre la locura, la magia, el caos y la muerte.



martes, 25 de junio de 2013


La de Bringas


Autor: Benito Pérez Galdós



  Publicada en 1884 pertenece a la serie de las llamadas novelas contemporáneas. Está caracterizada por un marcado realismo en la descripción de paisajes, ambientes y personajes. El hilo conductor de la novela es la obsesión de la protagonista, Rosalía, por los vestidos y demás complementos de moda, indispensables para mantener las apariencias de señora de alcurnia, hasta el punto de no solo inventar mil engaños contra su roñoso marido sino de llegar a una total degradación moral que la empuja incluso a la prostitución.  Paralelamente a esta historia transcurre la Historia de la España de Isabel II , cuyo reinado terminará con la revolución de 1868, conocida como la Gloriosa.
 Siempre resulta amena la prosa de Don Benito, su capacidad para hacer ver al lector el escenario donde transcurren sus novelas me atrevería a decir que no tiene comparación en la narrativa española, pues sabe retratar a la perfección el Madrid de la época tanto los exteriores como, en este caso, el interior del palacio Real: resulta deliciosa la "excursión" que realizan por las regias dependencias el narrador y el Sr. Pez, y no carece de humor cuando dice "Yo no vuelvo más aquí sin un buen plano, brújula...y provisiones de boca".
 Pero donde este narrador omnisciente ejerce, aún si cabe, la mayor maestría es cuando realiza una introspección en sus personajes de  manera que es capaz de mostrarnos el alma en carne viva de los seres que pueblan sus novelas.

jueves, 9 de mayo de 2013



La civilización del espectáculo

Autor: Mario Vargas Llosa. Ensayo.

Portada de La civilización del espectáculoNuevamente me ha vuelto a sorprender este monstruo de las letras por su capacidad  para hacerme entender mejor el mundo que me rodea y, por consiguiente, a mi misma. Pero la mejor recompensa, que se deriva de la anterior afirmación, es que la lectura de un libro ha contribuido de nuevo a hacerme más feliz y, en estos tiempos que corren, ¿hay quién de más por tan poco?.

Con poco me refiero a lo poco que tengo que poner de mi parte para que la espiritualidad a la que se refiere Vargas Llosa se sienta conmovida: nada más (y nada menos) que un libro, tomado a préstamo de la biblioteca pública, un mucho de concentración y un poco de tranquilidad (gusto de la soledad y el aislamiento para zambullirme a mis anchas entre las páginas de un libro) y la felicidad está garantizada.

Entre otras muchas cosas, dice el Nobel de Literatura que la cultura se ha frivolizado de tal forma en nuestros tiempos que cualquier chascarrillo, garabato o tendencia musical procedentes de cualquier ámbito social, geográfico o laboral tiende a considerarse cultura, en detrimento del verdadero conocimiento que contribuye a conformarnos como mejores personas, más libres y más felices.

Dice también que cuando un libro es realmente bueno no solamente nos regala el placer de la lectura en el momento de leerlo, sino que su influencia se dejará sentir el resto de nuestra vida y, así, cuando nos enfrentemos a las diversas situaciones que nos depare el destino (o quién sea), tendremos más recursos para resolver y para decidir o simplemente para comprender y para reflexionar.

Como colofón, también dice el autor de La tía Julia y el escribidor, que si no hubiera leído los libros que he leído yo no sería la persona que ahora soy, y yo me pregunto ¿quién sabe la persona que todavía llegaré a ser cuando haya leído una docena de buenos libros más?...